Hace años, no recuerdo exactamente cuándo, viniendo a trabajar al instituto, seguramente en la recta de Hospital, cuya longitud es propiciadora de hondas reflexiones existenciales, pensé que un día me iría de Tomiño porque, sin duda, antes o después, me acercaría un poco más al lugar donde vivo. Fui consciente de que lugares y personas que en un determinado momento son esenciales en tu vida, dejan de serlo y se olvidan. Ocurre así. No es nada nuevo. Otra etapa. Y sí, todo se olvida, porque un leve recuerdo es insignificante frente a la importancia de lo vivido. Supe que un día Tomiño solo sería uno de tantos recuerdos, y sentí mucha tristeza.
Ese momento ha llegado. Me voy de un lugar en el que siempre me he sentido tratada con afecto por mis compañeros y en el que he convivido con alumnos muy nobles. Espero que la posibilidad de ir a trabajar en bicicleta compense lo perdido.
Que fartura de sentimentos encontrados despois de leer isto, non hai palabras que poidan mellorar as túas. Segues sendo unha peza fundamental en moitos de nós, e co inicio do novo curso aínda máis, contigo foise unha etapa, unha etapa moi especial. Grazas e máis grazas, sabes que te temos presente e que te estamos esperando, botámoste de menos. Sorte, moita moita sorte, merécela ben!
ResponderEliminarSofía
Gracias, Sofía. Yo también os tengo muy presentes a vosotros. Y ninguna duda de que os irá muy bien. Como ya te he dicho, nos vemos prontito.
EliminarGracias profe por todo tu tiempo impartido en nosotros. Te extrañamos mucho y no nos vamos a olvidar de ti tan fácilmente. Gracias por hacer unas clases tan amenas y por ser de esas personas que aman su profesión, eso nos hace disfrutar a nosotros también desde nuestro pupitre. Aunque nos fastidia mucho no poder tenerte aquí un año más, esperamos que tus años en el nuevo centro sean mejor que buenos.
ResponderEliminarUn saludo
Eva
Gracias por unas palabras tan generosas, Eva. Qué fácil es todo cuando te encuentras con gente que tiene tanto que ofrecer.
ResponderEliminarUn saludo a ti también.
Profe, marcaste un antes y un después en nuestro paso por el instituto, lograste levantar el interés por la literatura en unas niñas de 15 años, y no sabes cuánto mérito tiene eso. No sé si tus nuevos alumnos te siguen o no, pero ten por seguro que nosotros sí lo hacíamos, y lo seguimos haciendo, porque un buen maestro deja huella en tu vida, y pone un granito de arena en tu construcción como persona. Son cosas que nunca se olvidan, estamos deseando verte y te esperamos con los brazos abiertos. Un beso, Ainhoa.
ResponderEliminarMe ha emocionado mucho leer tu comentario, Ainhoa. Has escrito unas palabras preciosas, que creo que dicen más de ti que de mí. Ha sido un placer haber compartido una pizquita de vuestras vidas y me siento muy afortunada por eso.
ResponderEliminarDeseando veros pronto yo también,
Ana.